Un viaje por las picadas tradicionales de Ñuñoa
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Ñuñoa es un lugar con historia. Reconocida por ser una de las comunas con mayor calidad de vida de Santiago, también es catalogada como una de las más seguras de Chile y su índice de desarrollo humano uno de los más altos del país. A la vez hay que reconocer que también tienen fama por sus locales y muy buena comida. Dicho esto, ¿quién no ha visitado su emblemática Plaza, disfrutado de algunas de las destacadas obras que ofrece el Teatro UC, o pegarse un buen carrete en la Batuta y bajoneado en Las Lanzas?
Si bien esta comuna desde hace un buen rato se convirtió en uno de los lugares más concurridos por los fanáticos de la vida nocturna y la comida, cada día son más los lugares que se suman para regalar nuevos sabores y entretención. Es por esto que el equipo de CÍVICO se fue a recorrer las picadas y lugares tradicionales de esta gran comuna.
Esta antigua y conocida picada de comida tradicional chilena se destaca por ser una de las mejores dentro de su categoría. Al llegar al lugar lo primero que te traen son unas mini sopaipillas con pebre que están buenísimas. La elección de los platos resulta un poco dificultosa porque hay tanta variedad y todo se ve muy rico, por lo que recomendamos la clásica plateada en sus diferentes preparaciones, las escalopas y los perniles abundan. No olvide probar los porotos con rienda que son una delicia: generosos y los precios accesibles. Las tradiciones se mantienen en este lugar así como sus recetas, la atención es rápida y amable. Todo en un ambiente que recuerda el folclor y la cultura chilena.
Una tradición de Ñuñoa. Sencillas instalaciones y sin mayores pretensiones más que satisfacer y saciar hasta el más hambriento. El sitio es muy popular, se llena y harto, así que hay que tener paciencia. Los platos son bastante generosos y destacamos la lasagna en que las masas son de preparación propia. Eso siempre es un plus. La atención es rápida y te reciben con unos pancitos recién horneados. Los precios son populares, así que anímese y visite esta deliciosa picada de comida italiana.
Este rústico lugar se gana la categoría de tener el mejor arrollado de Santiago. Así de sencillo. Si lo acompañas con un rico puré picante, mucho mejor. Los platos sí que son abundantes y las papas fritas caseras bien doradas se agradecen. Las fricas (hamburguesa casera) son más pequeñas en comparación con otros platos, pero son recontra buenos y las escalopas son tamaño XL y cubren todo el plato. El sitio es bien guachaca y los garzones son de la vieja escuela. Preocúpese de pasar por un cajero y sacar platita porque acá no cuentan con servicio de redcompra. A la larga, un detalle.
Se dice que Las Lanzas es el más antiguo de la Plaza Ñuñoa: un clásico por donde se le mire con una mezcla entre picada y fuente de soda. Acá puedes encontrar los típicos y clásicos platos como cazuela, plateada, mechada, lengua. Pero también puedes disfrutar de unos ricos callos a la madrileña, riñones al jerez y conejo escabechado. En este lugar reinan los fanshop y la exquisita malta con huevo. Se la recomiendo. No deje de probar el pulpo a la gallega con su buen vinito. La atención es un poco lenta, pero se nota que los garzones se manejan.
Lo elegimos como una picada para los fanáticos de las parrilladas: Este sitio, al igual que los antes nombrados, no cuenta con una gran infraestructura ni nada por el estilo. Lo que cuenta es la comida y en abundancia y por eso destacamos las ricas pamplonas (pechuga de pollo rellena con queso, tocino y morrón envuelto en una tela de cerdo) y cómo no aplaudir las morcillas rellenas con nuez, ambos platos para chuparse los dedos. Por su parte las parrilladas son perfectas y en cantidad solo diremos que donde comen 2 obviamente comen 3. La atención es rápida y amena, los precios se encuentran al alcance de cualquier bolsillo.